domingo, 9 de enero de 2011

LA PUBERTAD Y LAS ENCIAS


La enfermedad de las encías, o enfermedad periodontal, es una infección crónica causada por las bacterias y las toxinas de la placa dental, una película transparente y pegajosa que se adhiere constantemente alrededor de los dientes.

La enfermedad de las encías afecta a éstas como a las estructuras que sujetan los dientes de la boca.

En el comienzo de la enfermedad, la gingivitis, puede causar hinchazón, enrojecimiento y tendencia al sangrado.

No suele aparecer dolor asociado a esta situación, pero algunas veces todos estos síntomas pueden pasar desapercibidos.

Si la infección no recibe tratamiento puede progresar hacia una situación más grave en la que el hueso y el tejido que rodea al diente se destruyan de forma irreversible
Durante la pubertad, el aumento en el nivel de las hormonas sexuales, como la progesterona y posiblemente el estrógeno, causan un aumento en la circulación sanguínea en las encías.

Esto puede causar un aumento en la sensibilidad de las encías y una reacción más fuerte a cualquier irritación, incluyendo las partículas de comida y la placa.


Durante esta época, las encías pueden inflamarse, enrojecerse y sentirse doloridas.

Es importante tener en cuenta que los cambios hormonales que sufre la mujer pueden desencadenar o acelerar un problema de este tipo.

Esto puede causar una mayor sensibilidad a partículas irritantes como la comida, los microbios de la placa dental y el sarro.

Las encías, por tanto, se irritan y se hinchan.

Es fácil de entender que si un profesional de la salud dental elimina dichos irritantes, esta inflamación cederá.

Posteriormente, un cepillado adecuado de los dientes en casa (incluyendo la limpieza interdental) es imprescindible, ya que de lo contrario la enfermedad volverá.

Si permanece sin tratamiento, se corre el riego de que el hueso y los demás tejidos circundantes queden permanentemente dañados.

A medida que una joven madura en su desarrollo, la tendencia al sangrado ante la presencia de irritantes disminuye.

Según la Organización Mundial de la Salud  (OMS), los cambios hormonales en la mujer son la principal causa de la pérdida de dientes.

Sin embargo, aunque los vaivenes de progesterona y estrógenos predispongan mal a las encías, las compañeras infaltables para que se produzca gingivitis, son las bacterias y toxinas que se acumulan entre el diente y las encías.

Por eso, los odontólogos insisten en que desde la niñez es bueno incorporar el hábito de la higiene bucal con la misma naturalidad con que respiramos.

Durante los ciclos menstruales "se produce un aumento de progesterona y estrógenos en el fluido gingival y, si hay placa bacteriana, la encía responde de manera exagerada con inflamación, edema, color rojo-azulado y sangrado"

La enfermedad peridontal puede acelerarse en la pubertad, en el embarazo, la menopausia y con la ingestión de píldoras anticonceptivas.

Aunque una limpieza profesional hecha a conciencia puede detener la enfermedad, en casos avanzados es necesaria una intervención quirúrgica.

El dentista remodela las encías de modo que el cepillado diario alcance todas las zonas de manera eficaz.

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